Las marcas tienen una imagen que coincide con el momento en el que se crea, las tendencias, formas, colores del momento de la creación y, por tanto, se van quedando obsoletas por los cambios propios de la estética social y empresarial. Lo que antes era actual diez ahora queda «obsoleto».
Refrescar una marca es una decisión clave y complicada para una empresa que generalmente se hace para adaptarse a los nuevos tiempos y a la evolución natural del negocio dentro de los cambios sociales.